Implante
Puente

La falta de un diente es un asunto serio. Los dientes están hechos para trabajar juntos. Cuando se pierde un diente, los dientes cercanos pueden inclinarse o desplazarse hacia el espacio vacío. Los dientes de la mandíbula opuesta también pueden desplazarse hacia arriba o hacia abajo hacia el espacio. Esto puede afectar su mordida y ejercer más presión sobre los dientes y las articulaciones de la mandíbula, lo que posiblemente cause dolor.

Los dientes que se han inclinado o desviado también son más difíciles de limpiar. Esto los pone en mayor riesgo de sufrir caries y enfermedades de las encías.

Cuando falta un diente, los huesos comienzan a encogerse y cambian la forma de la cara. Si eso sucede, puede cambiar la forma en que la mandíbula sostiene los labios y las mejillas. Con el tiempo, esto puede hacer que tu rostro parezca más viejo. Todo esto se puede prevenir si el diente se reemplaza rápidamente.

Es posible que necesite un puente dental si le faltan uno o varios dientes y tiene dientes sanos a ambos lados del espacio dejado por los dientes faltantes.

Si le falta un diente, su puente requerirá tres coronas. Dos de esas coronas cubrirán los dientes pilares a cada lado del espacio dejado por el diente faltante. Estos dos dientes pilares coronados se convertirán en soportes para una tercera corona colocada entre ellos, llenando el espacio vacío. Esta disposición se conoce como puente de tres unidades.

Si falta más de un diente, se necesitarán más coronas para cerrar el espacio entre los dientes pilares; de hecho, es posible que también se necesiten más dientes pilares. Hay varias variables a tener en cuenta en este cálculo: el número de dientes faltantes, el tamaño y longitud de las raíces de los dientes pilares, la cantidad de soporte óseo que tiene cada diente pilar, así como en qué parte de la boca se perdieron los dientes.

Por ejemplo, si le faltan tres dientes, pueden ser necesarios cuatro dientes pilares, creando así un puente de siete dientes. La ingeniería y el diseño del puente requieren una comprensión no sólo de cómo reemplazar los dientes, sino también de la biología de la encía y el tejido óseo que sostienen los dientes.

Un puente dental consta de dos componentes:

Coronas de anclaje

Las coronas de anclaje (también conocidas como coronas retenedoras) son dos (o más) coronas dentales que se cementan en los dientes adyacentes al espacio sin dientes para soportar la restauración del puente.

Los dos dientes de anclaje se denominan dientes pilares. Un puente tradicional está sostenido por dientes naturales (o por postes y núcleos cuando la estructura dental restante es inadecuada).

Pónticos o dientes artificiales

Los dientes artificiales (o postizos) se colocan entre las coronas de anclaje y básicamente reemplazan el diente o dientes faltantes. Dependiendo de la situación clínica y del número de dientes faltantes, un puente dental puede tener uno o más pónticos.

También se considera puente dental una restauración dental formada por varias coronas dentales unidas pero sin pónticos (porque no faltan dientes).